lunes, 18 de agosto de 2008

REPORTAJE periodismo

PERIODISTAS EN PELIGRO


Al ritmo con que matan a los periodistas en ciertos países del mundo muy pronto tendrán que ir ustedes mismos a buscar la información. Un total de 106 periodistas han sido asesinados este año, según la Asociación Mundial de Periódicos con sede en París. Casi la mitad, 45 de ellos, murieron informando en Irak, que se ha convertido desde el inicio de la guerra en el 2003 en el mayor cementerio de periodistas de todo el mundo. Irán, Túnez, Palestina son otros países del Magreb y Oriente Medio, la zona del mundo más peligrosa en la actualidad para un periodista, allí son considerados enemigos para los dictadores y los altos cargos de la sociedad. Estos a través de los recursos que disponen eliminan cualquier salida de tono por parte de la prensa. La censura y la dura represión son el pan de cada día.

Irak es el infierno para los periodistas en estos últimos cuatro años, allí se han dejado la vida trabajando un total de 150 periodistas, según la Asociación Mundial de Periódicos (WAN). Pero este país no es la excepción, la zona del Magreb y Oriente Medio reúne a los países donde se realiza un mayor control gubernamental sobre la prensa. En Irán, con la llegada de Mahmud Ahmadinejad en 2005, se han deteriorado las libertades políticas, se han suspendido publicaciones, y varios periodistas han sido encarcelados o condenados a muerte. En Túnez, Sine el-Abidine Ben Alí, Presidente de la República desde 1987 sigue ejerciendo un acoso administrativo, violencia policial y vigilancia casi permanente sobre los periodistas. En Palestina, la situación ha empeorado en los últimos años donde la prensa está obligada a estar a favor de Fatah en Cisjordania y de Hamás en Gaza para poder trabajar con seguridad, según un informe de Reporteros sin Fronteras.

Estos países se caracterizan por un sistema autoritario de gobierno que se refleja en una sociedad donde todo está establecido al poder, también la prensa. Los contenidos informativos responden a los intereses de la clase dominante. Los periodista o no tienen conciencia profesional de la labor del periodista o deben someterse de forma obligada a un poder que no duda en utilizar elementos de represión sobre ellos. Los recursos utilizados para eliminar cualquier salida de tono son: la legislación, el control sobre la producción periodística mediante límites, el control de las fuentes con amenazas, los códigos de coartar la libertad profesional, impuestos u otros mecanismo económicos, sanciones a las empresas informativas, el control de la información exterior mediante la vigilancia del uso de internet, la elección de los dirigentes de los medios o su suspensión.
Irak

El país dónde se han asesinado al mayor número de periodistas con una gran diferencia es Irak. Cuarenta y cinco periodistas han sido asesinados mientras trabajaban en ese país en un 2007 que aún no ha finalizado. El pasado 19 de Noviembre fue liberado un corresponsal del canal iraquí al-Baghdadiyah que fue secuestrado tres días antes en el centro de Bagdad, según la prensa iraquí Aswat Al Irak. Mountadhar al-Zaidi, director del Observatorio Iraquí de la Libertad de Prensa, ha agradecido el apoyo y el “optar por el aspecto humanitario e insistir sobre las cualidades del periodista” al canal Al-Baghadiyah y a las organizaciones internacionales de derechos humanos.
Catorce periodistas siguen retenidos como rehenes en el país, según datos de Reporteros sin fronteras. La situación ha empeorado desde la guerra iniciada en el país en el 2003. Diversas asociaciones de periodistas han denunciado la prohibición impuesta por el Gobierno Regional Kurdo del norte del país que quiere evitar que los periodistas puedan acceder a las bases de los soldados del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, esta zona de Irak era una de las pocas zonas dónde los periodistas podían circular libremente sin arriesgar sus vidas. Las noticias sobre censura, manipulación, encarcelamiento o asesinato de periodistas se han hecho habituales en Irak. Los enemigos principales para el gobierno iraquí, los terroristas islámicos y el ejército estadounidense son los periodistas, no gustan que informen sobre lo que allí sucede.

Irán

Desde la elecciones presidenciales del 2005 que propiciaron la llegada al poder de Mahmud Ahmedinejad la situación de los periodistas en este país ha empeorado de la misma forma que los derechos civiles y libertades políticas. La Unión Europea pidió en una resolución el pasado 25 de Octubre en el Parlamento la libertad “de forma incondicional, de todos los presos de conciencia, y entre ellos nueve periodistas”. Desde la mencionada resolución la Comisión de autorización y vigilancia de la prensa de Irán ha suspendido dos publicaciones y el gobierno ha encarcelado a un periodista, Yaghub Salaki Nia, que pasa a ser el décimo informador en la cárcel, demostrando la eficacia de la resolución.

Reporteros sin Fronteras ha denunciado las condiciones de los profesionales de la comunicación en las cárceles, “desprecian sus derechos más elementales” asegura la asociación internacional. El Tribunal Supremo iraní confirmó la condena de muerte al periodista Adnan Hassanpour el pasado 22 de Octubre. El juicio y su sentencia ha estado caracterizado por sus irregularidades como el no haber recibido los abogados del periodista una copia de la sentencia que le culpabiliza de espionaje, y una sentencia que se contradice no solo con los derechos humanos internacionales sino también es contraria a la ley islámica y a las leyes de la República Islámica. La detención en secreto de otro periodista y la condena a penas de cárcel a otros tres el pasado 16 de Noviembre es otro muestra de la fuerte represión a los medios de comunicación.

Túnez

El presidente Zine el-Abidine Ben Alí celebró el pasado día 7 de Noviembre su vigésimo aniversario gobernando Túnez. Como es habitual, la mayoría de medios, subordinados al poder, ensalzaron su imagen y destacaron el desarrollo económico y social, omitiendo los derechos humanos y las libertades cívicas burladas en este tiempo. En los años 90 con la primera guerra del Golfo fue el principio del fin del pluralismo y la libertad de expresión en el país. Se cerraron periódicos independientes, desde entonces, 48 publicaciones han recibido medidas de censura como embargos, suspensiones o cierres. Mediante la intimidación y represión el poder ha gestionado los medios directamente por el Estado o por personas cercanas, los conocidos como “cargos políticos”.

Dos publicaciones pertenecientes a partidos de la oposición, el semanario Mouwatinoum y el mensual Attariq Aljadid, se han enfrentado a muchos problemas en su trabajo. Mustafá Ben Jaafar, director del semanario, ha comentado para Reporteros sin Fronteras la discriminación en la distribución cuando “muchos kioskos no exponen nuestra publicación, por la voluntad de las autoridades y el miedo de los vendedores”. Otro ejemplo, de la falta de libertad en la información es la adopción por parte de la prensa privada de una línea editorial progubernamental. Los redactores tienen la consigna de tratar solo las informaciones procedentes de la agencia oficial Tunis Afrique Presse, controlada por el Ministerio del Interior.

Algunos periodistas extranjeros tienen dificultades para entrar al país. A muchas publicaciones se les prohíbe la entrada como al canal qatarí de televisión Al-Jazira al que le niegan acreditaciones para sus corresponsales. Una vez allí, están sometidos a la vigilancia policial que no les impide trabajar pero les intimida. En 2005, el enviado especial del diario francés Libération, Christophe Boltanski, le dieron una puñalada por la espalda ante la pasividad de unos policías según Reportes sin Fronteras. El periodista preparaba un reportaje sobre la situación de los derechos humanos en Túnez. Internet se controla muy de cerca por las autoridades, los cibercafés están vigilados, se les prohíbe navegar por determinados sitios “subversivos” y obliga a los gerentes a contribuir a la represión controlando desde su ordenador las descargas de archivos y e-mails de los clientes.


Palestina


En un comunicado del pasado 22 de Noviembre Reporteros sin Fronteras denunció el empeoramiento de las condiciones laborales de los periodistas en este país. “La situación no deja de degradarse en los Territorios Palestinos, la libertad de prensa se ve maltratada por Hamas y Fatah, cuyas fuerzas detienen a periodistas sin justificación” dice parte del comunicado. Según la asociación internacional desde el 23 de Noviembre las fuerzas de seguridad, controladas por el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas, han agredido a ocho periodistas. Los secuestros y detenciones de periodistas también se están convirtiendo en un hecho habitual, por ejemplo, Hafez Asakeah fue raptado dos horas y Moukhless Samara lleva tres meses detenido por razones desconocidas según su familia.

Hamas ha decidido prohibir que ejerzan su labor a los periodistas no acreditados por el Ministerio del Información, controlado por el partido Islamista. Muchos medios se han manifestado en contra de esta decisión, solo se han plegado a cumplir esta norma los medios afiliados al partido islamista. Hicham Saqalah, periodista del boletín informativo digital Al-Rassed Al-I´lami, vio como unos agentes se incautaron su ordenador, archivos, teléfono móvil y decenas de Cd´s el pasado 6 de Noviembre argumentando la existencia de una denuncia contra él sin detallar el motivo ni el querellante.

En contra de lo que se puede pensar, la situación empeora cada año para los periodistas según datos ofrecidos por la Campaña Emblema de Prensa que agrupa a 35 asociaciones de más de 100 países. La cifra de periodistas asesinados ha aumentado en un 14% respecto al año anterior, murieron 96. Más alarmantes son los datos si los comparamos con el 2005 cuando 68 periodistas perdieron la vida, la diferencia es del 60%. Como se ha demostrado en los ejemplos expuestos, las resoluciones de la Unión Europea apenas han influido en la actitud represiva y censora de los líderes de los países analizados que son conocidos en el mundo como los más peligrosos para que los periodistas ejerzan su labor profesional.El papel de las asociaciones internacionales como Reporteros sin Frontera o Amnistía Internacional están siendo determinantes en la ayuda a los periodistas que trabajan en la zona del Magreb y Oriente Medio, gracias a su labor de dar voz a los periodistas que sufren la represión y la censura se han evitado más profesionales de la información en cárceles dónde no se respetan los mínimos derechos humanos y han logrado que el número de muertos no sea aún más elevado. Las instituciones políticas internacionales apenas se atreven a llamar la atención de estos países y se conforman con resoluciones que no conllevan resultados.

El caso que centro la atención española de José Couso, el periodista español supuestamente asesinado por el ejército estadounidense, se ha cerrado con una mínima disculpa hacía su familia por parte del gobierno norteamericano, se hace necesaria una reacción más determinante por parte de instituciones y de la sociedad pública para que el número de periodistas muertos deje de aumentar, decir que no asesinen periodistas en el mundo, desgraciadamente, ahora es una utopía.

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