jueves, 11 de noviembre de 2010

Nueva etapa

Punto y seguido



Dar pasos en la vida a veces acojona. Pues bueno yo últimamente di unos cuantos, y en dirección a Murcia. Estoy feliz, contento. Me gusta la nueva vida que llevo. Me gusta con quién la comparto, mi princesa. Añoro mi quiosco, mi horno, mi torre Mussa, mi “che”, mi paella, mi Mestalla, el “pasate y hablamos con unas cervezas”…pero lo dicho, son pasos, y estoy contento de lo andado. Poco a poco voy avanzando en el mundo televisivo, aprendiendo y disfrutando. Y mientras haciendo cuentas, hay que comprar esto, lo otro…pero bien, creo que lo estamos llevando bien. Aquí estamos luchando por un sueño.

En mi vida han cambiado mucho algunas cosas en los últimos meses. Se terminó la vida universitaria, una maravillosa fase de mi vida de la cual me llevo muchos amigos, q pase lo que pase, serán para mi, amigos para siempre. Ahora empiezo una nueva etapa de mi vida. Yo sigo siendo el mismo. Así lo creo y así quiero. Con mis tonterías, mi Rufete, mis monos y surikatos, mis historias absurdas, mis cosas… mis amigos que tengo desde hace mucho tiempo me suelen decir q siempre me ven igual, igual de loco, jeje, es decir, q en el fondo no he cambiado mucho, que para mí es bueno. Que quién antes pensaba que yo era un pesado y un tonto lo seguirá pensando, pero quién dijese “este tío es majete” pues supongo q igual, y eso mola.

Un brazo a todos desde tierras murcianas. Suelo moverme demasiado, a veces parece que desaparezco, pero si necesitáis cualquier cosa, aquí esta Carlitos. Un brazo amigos.

La injusticia del ciclismo

No disparé al pianista





Hay cosas en la vida que o no se entienden o si se entienden no gustan. Por ejemplo el ciclismo. Alberto Contador, uno de los mejores deportistas de la historia, con varios Tours en su espalda (ganar un Tour es lo máximo para un ciclista), tiene que demostrar ante un jurado que no cometió un delito. Así es. Tiene que convencer a unos juristas que él no hizo un acto ilegal (doparse en el ciclismo). En cualquier otro deporte, profesión o situación, lo normal sería que uno tuviese eso que se llama “presunción de inocencia”, es decir, que si no hay pruebas que te culpen pues eres inocente. Pues en el ciclismo no. Tras la gran redada contra el dopaje de 1998 (cuando la policía detuvo a un grupo importante de ciclistas, médicos, y profesionales del mundo de la bici) parece ser que ciclista es sinónimo de delincuente.

El ciclista profesional hoy en día para mí sigue siendo un héroe. Ya no sólo porque en unas 5 horas pueda recorrer 300 km con lluvia, frio y rampas varias, si no porque debe enfrentarse día a día a que se le considere y se le trate como a un delincuente. Sin presunción de inocencia, con controles antidoping infrahumanos, con críticas fáciles. Estoy en contra del doping, del juego sucio, pero no vale todo. No vale perseguir a un ciclista hasta su lugar de vacaciones para obligarle, exigirle, el que pase un control antidoping a las 3 de la madrugada, por ejemplo, con métodos cercanos a películas mafiosas.

No se entiende que Alberto Contador, como cualquier otro ciclista profesional sea culpable hasta que se demuestre lo contrario, debería ser de momento inocente. Si Contador no convence a un jurado que no se dopó exponiendo pruebas concisas que le den la razón podría ser sancionado con una fuerte multa económica y con la suspensión para practicar su oficio durante años. Si se entiende lo que sucede no gusta. ¿Por qué los futbolistas, jugadores de baloncesto, tenistas…no tienen un control antidoping tan agresivo?... Porque no es lo mismo tratar a los ciclistas como delincuentes que hacerlo con los jugadores del Real Madrid, Lakers, o Federer. Contador tiene trabajo por delante, demostrar que el no mató al pianista. No tienen la bala, ni la pistola, ni testigos que lo culpabilicen, pero esto es ciclismo, y por tanto, de momento, es culpable. Madre mía.

Aviso legal, de colega a colega.

Carlos Gallardo Roig no se hace responsable de los comentarios de este blog ni de la carrera musical de Falete. Todo lo que habeís leido lo ha elaborado un mono titi. El mono no quiere ser identificado así que le pondremos como alias "el algarrobo", pues bien, este mono quiere expresar su malestar con Eduardo Zaplana por ese moreno envidiable. Queda prohibida la copia del contenido de este blog sin la autorización del pequeño Jimmy. Un brazo.