El Levante y el futbol
LEVANTE 2 Real Zaragoza 1 Ciutat de Valéncia 30/08/08
Tras todo lo sucedido en el Levante estos últimos meses (huelgas de empleados, jugadores emblemas del equipo que se marchan, llegadas de futbolistas que habían desaparecido del mapa futbolero de nivel estos últimos años, que si unos quieren comprar pero que no compran, otros dicen querer vender y no venden), ir a ver un partido de futbol se hacía raro, muy extraño. Llegas a un estadio que te recibe con un mensaje en una persiana de un garaje que reza “no nos gusta el futbol, el Levante sí”, queda claro, el Levante no es un club de futbol, es algo extraño.
Aparco el coche en una calle cercana al estadio y me encuentro a un hombre mosqueado, enfadado, un gorrilla, que lamenta la poca afluencia de público, sin gente no hay coches, sin ellos no se saca ‘euroles’ por esa labor ¿tan necesaria? de indicarte como aparcar, ostia tío, que yo sé, aprobé a la quinta el examen de conducir, pero aprobé nen! Me dan ganas de decir. Me fijo, ni un aficionado lleva la camiseta con el nombre de un jugador de la actual plantilla, que club más raro, espera si, dos llevan la de Geijo, el superviviente del naufragio. Rueda el balón, vuelve la normalidad, once tíos contra once, dos trajeados gritando a estos y gesticulando sin parar, uno de amarillo y negro con un silbato que no acierta ni una, esto es, futbol.
Domina el Levante, se muestra más seguro, sorprende que un equipo recién sacado del horno donde apenas se conocen entre ellos dan una sensación sobre el campo de más ‘equipo’ que el rival, el todopoderoso de la segunda, el Real Zaragoza. Marca Geijo tras un fenomenal pase largo de Libero Parri, que bueno que eres Libero. Oliveira y Arizmendi responden con algunos tiros, ambos muestran no tener gol, y sorprende lo del brasileño, tras su nefasto final de liga pasada sigue con la puntería desviada. Los granotas animados por un público que vuelve a disfrutar en su estadio no se van atrás, buscan a la contra el segundo.
La segunda parte comienza con la lesión de Geijo, susto en la grada, el referente pueda estar ausente un tiempo aunque viendo como se marchaba del estadio, bromeando, los síntomas son buenos para la resonancia del lunes. El Zaragoza perdona, primero Oliveira lanza alto un buen disparo, después Ewerthon confirma su horrible partido finalizando de la peor forma posible un pase de gol a un metro de la línea que separa el éxito del fracaso.
El Levante responde con una brillante jugada de equipo a la contra donde ningún delantero se atreve a disparar y se pasan el balón dentro del área de uno a otro. Rubén a la siguiente contra se inventa unos regates que ridiculiza a la defensa maña y pum, el dos a cero. Partido sentenciado en el minuto setenta de partido. De los veinte minutos restantes el Levante pudo marcar el tercero, por ejemplo cuando Cerra sube a lo Roberto Carlos finalizando con un lanzamiento muy peligroso, pero llegó el gol de Oliveira de penalti. El árbitro pita el final del partido y gran ovación de la afición a los suyos. Termina el futbol y vuelve lo raro, se escucha el single de éxito en el estadio “Villarroel al Carabanchel”.
Marcelino, técnico del R.Zaragoza también es un tío extraño, en rueda de prensa dice que el Zaragoza ha sido superior al Levante ¿Cómo? y que el árbitro influye pero no le culpa de la derrota ¿por qué lo destacas en varias respuestas si no lo quieres culpar? Tú sabrás, a Marcelino cada vez lo entiendo menos. Luis García Plaza, técnico del Levante, felicita a sus jugadores pero frena la euforia del momento, y es tajante “me voy a encargar de frenar la euforia de todos, futbolistas, afición, prensa” en cualquier momento de la temporada, este es buen técnico lo demostró en el Benidorm y comienza muy bien.
La hija y mujer de Rubén le esperan a la salida, están felices, ha sido su estreno como granota soñado. Yago está contento con el partido y me comenta que muy feliz en las primeras semanas en valencia aunque ha tenido poco tiempo libre y desea empezar a conocer su nueva casa. Alex Geijo no para de bromear y Plaza que sale en ese instante del estadio le pide a Alex tranquilidad “no corras” y es que queda mucha liga por delante.
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